25/2/08

Microempresa


Microempresarios panificadoras piden subsidio diferenciado de empresas.





Un subsidio diferenciado, ante el alza de los precios de la harina, pidió el sector de panificadores artesanales al gobierno ante la probabilidad que este se aplique a la gran empresa o a las transnacionales de la industria.

“Nosotros estamos en saldos rojos, es mentira que estamos compitiendo a la par de ellos (empresas grandes) que tienen facilidades para llevar el pan.

Ellos compran por miles, por quintales, entonces el precio de ellos es más barato” sostuvo Heriberto Hernández, vicepresidente del sector de panaderos artesanales del país.

“El pago de la harina que ellos tienen es de menos costo” explicó Hernández, por lo que esperan que la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto, de la Asamblea Legislativa, que analiza la propuesta de un subsidio transitorio, tome en cuenta esos puntos, antes de tomar una decisión.

Los precios indican que en febrero de 2007 los artesanos compraron la bolsa de harina de 50 libras a 12 dólares; en agosto de ese mismo año subió 14 dólares. En 2008, el precio llegó a 28 dólares.

Por quintales según los datos de los panificadores artesanales, en febrero de 2007 pagaron 24 dólares; en agosto fue de 28 dólares y en febrero de 2008 el precio es de 48.

En el interior del país el incremento varía, algunos panificadores en San Miguel están pagando 50 dólares o más.

El vicepresidente de los panificadores artesanales aseguró que el sector está en una crisis y de seguir los incrementos se verían “ahogados”.

“Tengo conocimiento de muchos que han quebrado, han cerrado y están dedicándose a otra cosa.

Es que es una mentira que nosotros podemos competir con las transnacionales, es una mentira porque ellos tienen todo, por eso estamos motivados de estar en la calle y presionando” agregó.

El miércoles de esta semana el sector decidió cerrar su producción de pan francés y salir a las calles a pedir: una baja en los insumos, subsidio, vigilancia de precios y libre comercio, para que otros países puedan abastecer con precios preferenciales.

Después de la marcha blanca de panificadores, la Ministra de Economía, Yolanda Gavidia, aseguró que se buscarán los mecanismo para bajar los precios en la harina y la posibilidad de subsidiar.

El sector de panificadores considera prudente que cualquier medida que se adopte, se haga en un corto plazo, ya que un incremento más en los productos básicos para la elaboración de pan francés sería catastrófico.

En agosto de 2007 el pan francés subió un centavo, algunos panaderos decidieron bajar el peso del pan francés y hacerlo más pequeño.

Los altos precios de trigo se deben a las condiciones climatológicas, el precio del petróleo y otros factores, según un comunicado que publicó la empresa Molinos de El Salvador (MOLSA), en un comunicado.

Sin embargo la crisis del trigo se mantiene a escala internacional, el viernes los panificadores de Honduras se sumaron a las protestas por los altos precios.

Capitalinos: “precios del pan francés están por los cielos”
Dicen por ahí que tener el pan de cada día es una bendición, frase que dista mucho de la realidad, pues ahora a las y los salvadoreños se les dificulta adquirir este alimento por los altos precios que presenta.

“Los precios del francés están por los cielos”, aseguran los salvadoreños abordados durante un sondeo en el centro capitalino, quienes denuncian que ya están cansados de tanto aumento a los productos de la canasta básica.

“Es increíble como pretenden ahogarnos con los precios. Primero iniciaron con los granos básicos y ahora con el pan francés”, denunció enfática una ama de casa.

También en opinión del propietario del “Comercial el Roble” en San Salvador, los precios de las harinas vienen aumentado considerablemente sus precios desde el año pasado.

Asimismo, un distribuidor de harinas en la capital expresó que “estos precios han subido exageradamente, pues en comparación con otros meses han llegado hasta cuatro dólares más caros”.

Según los vendedores de harina de trigo en la capital, hoy los precios llegan hasta el doble de lo que se cotizaban en años anteriores y se espera continúen al alza, a pesar de las perspectivas del Ministerio de Agricultura y Ganadería; y Ministerio de Economía sobre la reducción de precios para las próximas semanas.

Los altos costos de los insumos perjudican tanto a productores de pan como a la población en general que lo consume.

Tal es el caso de Vilma Castillo, una de las muchas mujeres desempleadas de este país, quien admite que lo poco que gana su esposo ya no le alcanza ni para comprar el pan francés.

“Antes nos daban ochos panes por veinticinco centavos de dólar, hoy sólo nos dan seis panes por el mismo precio”, aseguró Castillo.

Y es que según la mayoría de personas encuestadas, las panaderías de diferentes localidades de la capital han optado por incrementarle el precio al pan francés y agregado a ello disminuyen la cantidad y calidad del producto alimenticio.

“Es una injusticia lo que hacen con los más pobres, cada día le van aumentando a todo, el gobierno debería hacer algo por ayudar a las grandes mayorías”, dijo Patricia Hernández, comerciante informal en San Salvador.

Es así como la población de esta capital resiente en gran medida la falta de ayuda por parte del gobierno a la hora de permitir los “exorbitantes” precios a la canasta básica y en este caso a las harinas de trigo en general.











LA COMPETITIVIDAD
MICROEMPRESARIAL
Vista por GIDEMIC,
El Salvador






Concientes que la competitividad de las empresas y del país “no surge espontáneamente al modificarse el contexto macro ni se crea recurriendo exclusivamente al espíritu de empresa o al desempeño de la mano invisible del mercado”[1]. Si no más bien, surge del modelaje de un patrón organizativo que resulta de la interacción compleja y dinámica entre el Estado, las empresas, las instituciones intermedias publico y privadas, que debemos contribuir a construir y/o fortalecer en sus diferentes niveles de articulación. Lo que demanda la adopción de un enfoque y abordaje integral sobre la promoción y desarrollo de la Microempresa que nos involucre y comprometa.

Por lo que sin pretender evacuar en esta nota todos los temas de interés alrededor de la MIPyME, queremos compartir algunas de nuestras inquietudes, entre las que cabe mencionar:

v la importancia de orientar la promoción de este segmento empresarial desde una perspectiva que trascienda el enfoque centrado en la unidad económica como eje de análisis e intervención[2], e incluya una perspectiva de organización industrial que favorezca la inserción, desempeño y articulación productiva -de este segmento y de sus unidades económicas- en las cadenas y los mercados.
v La necesidad de orientar la estrecha vinculación entre su promoción y el desarrollo económico territorial, identificando nuevos ejes articuladores y revitalizadores de la actividad empresarial en los ámbitos locales, urbanos y especialmente rurales.
v La necesidad de aprovechar e identificar nuevas formas y vínculos económicos con las comunidades de salvadoreños en el exterior, particularmente en Estados Unidos; y aprovechar su nexo con su comunidad de origen para potenciar el desarrollo económico local y el de la MIPyME.
v la importancia de identificar las oportunidades y desafíos que los procesos de integración económica, regional y extrarregional o globalización, están generando en estas empresas y en las cadenas productivas, para contribuir a promover las transformaciones productivas y las reformas institucionales necesarias para favorecer su desarrollo. En particular, con respecto al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
v La necesidad de centrar la atención en la Microempresa por la racionalidad económica que en ella predomina y el requerimiento de medidas de política especificas que esta demanda. Así como, por la ambigüedad que en términos de política se genera cuando se aborda dentro del agregado MIPyME y que la coloca, como ya se ha dicho muchas veces, en la boca de todos pero en las manos de nadie (Nebelung y Arroyo, 2002).

Por ello consideramos importante motivar una reflexión amplia sobre:

Los principales aciertos, desaciertos y lecciones aprendidas en la promoción del desarrollo de la MIPyME en los últimos 10 años.
El contexto actual y sus tendencias. Desde la perspectiva de sus impactos en la promoción, el desempeño y el desarrollo de este segmento empresarial, y el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que trabajan y dependen de el.
Los nuevos ejes de actuación y articulación que debieran ser parte de una Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Microempresa y la MIPyME en general.
Los desafíos que enfrenta la promoción de su desarrollo y los roles de los diferentes actores, públicos y privados, nacionales e internacionales en el marco de una apuesta compartida para un desarrollo sustentable.
Los diferentes enfoques e instrumentos que se orientan específicamente al desarrollo del potencial productivo (creación de empleo e ingresos) de la microempresa.

[1] Esser, Hillebrand, Messner y Meyer Stamer (1994). “Competitividad sistémica: Competitividad internacional de las empresas y políticas requeridas”.
[2] Provisión de servicios financieros y de desarrollo empresarial.

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