26/10/07

Remesas y Migracion

Salvadoreños enviaron $2,610.8 mill en remesas

Los salvadoreños residentes en el extranjero enviaron en los primeros nueves meses del año un total de $2,610.8 millones en concepto de remesas, lo que superó los $2,435.7 millones del mismo período en 2006, informó el Banco Central de Reserva (BCR).

Según el BCR, solo en el mes de septiembre, los ingresos fueron de $266.1 millones, cantidad inferior a los $302.3 millones de agosto.

Las divisas son trasladadas por compañías especializadas en remesas, por agencias de bancos salvadoreños en Estados Unidos, y por agentes llamados “encomenderos”, entre otros medios.

En 2006, las remesas totalizaron $3,315.7 millones, lo que equivale al 94.4% del total de exportaciones de ese año (3,513 millones) y al 17.9% del Producto Interno Bruto (PIB). Según una encuesta de 2005, un 24.5% de los hogares salvadoreños recibe remesas familiar, lo que representa 414,086 hogares en todo el país beneficiados con este tipo de ingresos.

Otros estudios consignan que el 76% de las remesas que recibe el país se destina al consumo y el 24% para cubrir otros rubros, como la compra de vivienda, el ahorro, los gastos médicos, las actividades agrícolas o los pequeños comercios.

http://www.laprensa.com.sv/economia/902722.asp

Falta de oportunidades genera emigraciones y tragedias

Los grupos parlamentarios del FMLN y Cambio Democrático (CD) lamentaron el naufragio de indocumentados salvadoreños, ocurrida el martes, en la costa mexicana, y denunciaron que estas tragedias son parte de la ausencia de políticas gubernamentales y la falta de oportunidades que obliga a muchos salvadoreños a emigrar de forma riesgosa.

Carlos Castaneda, diputado del FMLN, afirmó que “el desaparecimiento de compatriotas comprueba la difícil situación económica del país. Antes lo hacían por tierra, hoy lo hacen por mar. El sueño americano se ha convertido en una pesadilla”.

El legislador de izquierda añadió que “la ausencia de políticas de estabilidad social, hacen que este tipo de tragedias se repitan”.

Por su parte, el diputado Héctor Dada Hirezi, del CD, dijo que “las condiciones negativas en que viven la mayoría de salvadoreños obliga a los compatriotas a correr riesgos tan grandes en busca de emigrar a Estados Unidos, como única oportunidad de conseguir un mejor nivel de vida”.

Hirezi enfatizó en que esto “es la parte de la tragedia de la migración, que a veces no se ve en la propaganda oficial, que sólo habla de remesas y TPS, y no del riesgo que existe al emigrar”.

http://www.diariocolatino.com/es/20071022/nacionales/48408/

La emigración y las remesas familiares

Según la Comisión sobre Población y Desarrollo de Naciones Unidas, a nivel global habitan en el mundo 191 millones de personas que califican como inmigrantes, los cuales representan el 2.94% de la población mundial. Estos inmigrantes han abandonado su país de origen por diversas razones, entre las cuales predominan las de orden político (incluyendo guerras) o económico (pobreza estructural).

En los Estados Unidos hoy en día habitan 23 millones de inmigrantes procedentes de Latinoamérica y se estima que un equivalente del 73% de estos inmigrantes envía remesas en concepto de ayuda familiar, las que promedian unos US$ 300 mensuales por familia. El total de remesas recibidas en América Latina durante el 2006 fue de US$ 62,300 millones, y en algunos casos individuales el volumen de este flujo monetario supera el valor de la exportación de bienes del país receptor. Vale precisar que los cinco principales países receptores de remesas en Latinoamérica, en orden de importancia, son: México, Brasil, Colombia, Guatemala y en quinto lugar figura El Salvador, con $US 3,300 millones por año.

Centroamérica reporta una población de emigrantes equivalente a más del 10% de su población. En la región, con excepción de Costa Rica, las remesas de ayuda familiar han llegado a representar más del 10% del PIB.

El fenómeno de las migraciones y las remesas se ha convertido en la variable de mayor incidencia de la dinámica de empleo e ingreso. Esta realidad se expresa en la pérdida de capital humano, nuevos patrones de consumo, desintegración familiar y social, compleja organización de maras y criminalidad, aversión al trabajo como fuente principal de ingreso, entre otros.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=1781264


Capitalismo migratorio

…• En nuestro continente, en orden de su relación porcentual con el PIB, siguen Honduras, donde las remesas representan un 24.8 por ciento, Haití (21), El Salvador (18.2), Nicaragua (14.9), Guatemala (10.1), Bolivia (9.7) y Ecuador (7.8). Es decir, algunas de las economías latinoamericanas colapsarían sin esos aportes.

Más allá de estas cantidades, y de las vulnerabilidades nacionales que muestran, hay otros aspectos de enorme importancia, que permiten vincular las remesas a posibilidades de desarrollo más sostenido.

Uno es que entre el cinco y diez por ciento de las remesas se convierten en ahorro; otro, que, sobre todo en América Latina, cada vez un mayor porcentaje de esos recursos ingresan al sistema financiero formal, con lo cual su uso productivo puede ser más eficiente.

Además, análisis individuales en países como El Salvador muestran que, de forma creciente, más fondos se dedican a inversiones, sobre todo en casas, y menos a consumo en general.

Lo anterior indica que, además de solventar necesidades básicas de familiares, las remesas se movilizan hacia actividades productivas y bienes de capital. Esta tendencia, a su vez, está directamente relacionada con la ''formalización'' de los flujos, gracias a intermediarios debidamente supervisados y vinculados al sistema financiero formal.

http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/107678.html

El fracaso de los países remeseros

“Remesas del año superan $3,2 mil millones” fue uno de los titulares de un diario centroamericano recientemente. Con orgullo escribió el periodista que las remesas son más importantes que cualquier ayuda bilateral que llega a su país.
El Salvador, Honduras, y Guatemala se han convertido en países que viven de las remesas —dineros enviados por los “hermanos lejanos” que voluntariamente se han expatriado para trabajar en el exterior, y que envían dineros para mantener a sus familias que quedan atrás—.

El flujo de dinero de las remesas ha permitido a estas tres naciones edificar sectores comerciales impresionantes. Después de todo, los recursos se gastan en el país en comida, ropa, transporte, televisores, refrigeradoras y entretenimiento. Para atender a esta demanda ha aparecido todo tipo de almacenes, pulperías, supermercados, malls, y ventas callejeras. El sector bancario se representa bastante sofisticado y próspero en estos tres países; reciben pedacitos de las remesas desde que llegan, hasta que al final de nuevo salen los recursos para pagar por alguna importación.

Lamentablemente El Salvador, Honduras y Guatemala no han sido tan ágiles en lo que es la creación de un sector turístico. En el caso del último, antes tenía un sector turístico bastante importante, pero una ola de crimen y violencia no le ha permitido seguir floreciendo.

http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=2554

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