Remesas y Migracion

La perspectiva de los emigrantes

Vivir en otro país de forma temporal o permanente es una experiencia que enriquece las arcas personales y nos da nuevos marcos de referencia. Después de haber emigrado a uno o varios países no se puede ver la tierra natal con los mismos ojos; ahora saltan las comparaciones con saldos positivos y negativos.

Ahora, los que hemos tenido el privilegio de conocer otras sociedades, quisiéramos vivir en un lugar con lo mejor de ambos mundos. Un lugar en el que el estado funcionara en beneficio de la mayoría, en donde haya condiciones para que cualquiera acceda a los servicios de salud y educación, una sociedad segura en donde los habitantes puedan ir al trabajo en bicicleta sin ningún temor, como en Suecia. Pero al mismo tiempo, se aspira a una sociedad con la calidez humana, el clima y el deseo de salir adelante que tienen los salvadoreños.

Esa es la visión de los que emigraron. Por eso, a título personal, me atrevo a decir que los emigrantes son agentes de cambio, porque al haber visto cómo funcionan las cosas en otra parte se preguntan cómo se pueden aplicar los mismos principios en la tierra natal.

Emigrar y adaptarse a una nueva sociedad es siempre un reto, pero también un proceso de aprendizaje. Con esta reflexión concluyo mi último post en este blog migratorio, que espero haya fomentado el debate de ideas sobre los diferentes aspectos de la emigración. A los que compartieron sus comentarios y experiencias personales, y a los fieles lectores muchas gracias. Esta ha sido una experiencia muy enriquecedora. Hasta luego.

Alientan al ahorro de las remesas

Los dólares no caen como las hojas de los árboles" es una frase que constantemente dicen los compatriotas salvadoreños que viven en el exterior, quienes con mucho esfuerzo envían dinero a los familiares que dejaron en suelo cuscatleco.

Sin embargo, casi nadie destina la remesa para invertirla en algún proyecto productivo.

Héctor David Córdova, gerente corporativo de la Federación de Asociaciones Cooperativas de Ahorro y Crédito de El Salvador (Fedecaces), considera que es posible canalizar la remesa hacia una actividad económica, a través de adoptar la cultura del ahorro.

El año pasado realizaron un total de 255 mil transferencias, lo cual representa en términos de volumen, 98 millones de dólares que fueron entregados a las familias salvadoreñas. De éstos, 10 millones de dólares ya forman parte de la cartera de ahorros de la federación.

Además, un 18 por ciento de la población receptora, es decir, unas 4,000 personas han aprovechado para afiliarse a alguna de las 32 cooperativas que integran la federación.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=2892&idArt=1521308

Destacan un lento avance en tema ODM

Si no fuera por las remesas, el 55 por ciento de la población viviría en situación de pobreza y estaríamos mucho más lejos de alcanzar los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM). Así lo consideran representantes de 26 organizaciones no gubernamentales que conforman el Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza-El Salvador (GCAPLAC).

La entidad hizo ayer su propia evaluación de los primeros siete años de los resultados obtenidos en el país de cara al cumplimiento de los ODM para 2015.

A juicio de GCAPLAC, los avances en materia de salud, educación, medio ambiente, combate a la pobreza y al VIH/Sida, entre otros, están muy lejos de alcanzarse para ese plazo.

Mario Paniagua, del comité coordinador del GCAPLAC, explicó que en áreas como la educación, cada año el país invierte menos. Según dijo, en 2002 la inversión en educación alcanzaba el 3.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Para 2007, la atención en este rubro bajó a un 2.7 por ciento.

En cuanto a la salud, la situación pinta peor, según el GCAPLAC. En este sector, aseveran, la inversión ni siquiera alcanza el uno por ciento del PIB del país.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=2925&idArt=1511904